lunes, 30 de abril de 2012

TEMA 9.3: Evidencia cientifica.

Finalmente terminamos con el ultimo tema de las úlceras con evidencia científica.

Tanta teoría no sería valida si no hubiera en el "backstage" unas bases cientificas e investigaciones validadas.
Por lo que en esta entrada voy a poner una serie de estudios e investigaciones de campo para descubrir el devenir de las ulceraciones por presión.




PRIMER ESTUDIO
Diversos estudios han explorado el grado de conocimiento (y su posterior puesta en práctica) que posee el personal de enfermería sobre las recomendaciones relacionadas con la prevención y el tratamiento adecuado de las úlceras por presión que aparecen desarrolladas de manera sistemática en guías y manuales de sociedades internacionales y de España. Los resultados hallaron lagunas en los conocimientos referidos y deficiencias en su aplicación. Este trabajo pretende comprobar en qué situación nos encontramos los profesionales de enfermería del Complejo Hospitalario de Jaén (perteneciente a la red sanitaria pública andaluza), con respecto al conocimiento (a), frecuencia de utilización de las directrices recomendadas en la práctica asistencial (b), existencia de factores profesionales o de formación que puedan influir en el nivel de conocimiento y en su puesta en práctica (c); todo ello para ubicar los cuidados que prestamos comparando los resultados con investigaciones previas.
La metodología fue descriptiva transversal. La recogida de datos se realizó a través de un cuestionario validado. Los resultados obtenidos son totalmente equiparables con los publicados tanto en España, como a nivel internacional.


OBJETIVOS
Los profesionales que son objeto de este estudio son las enfermeras y auxiliares de enfermería que desarrollan su labor en el Complejo Hospitalario de Jaén. Nuestros objetivos van encaminados a:

1. Determinar el grado de conocimiento que poseen sobre las recomendaciones de prevención y tratamiento en UPP que aparecen en las guías de práctica clínica, tales como las del GNEAUPP, de la AHQR o del EPUAP.

2. Investigar la frecuencia de utilización de las mencionadas directrices en la práctica asistencial.

3. Identificar la posible existencia de factores profesionales o de formación que puedan influir en el nivel de conocimiento y en su puesta en práctica.

4. Comparar los datos obtenidos con los estudios previos realizados en este sentido, tanto en España como a nivel internacional.


CONCLUSION
El nivel de conocimientos sobre prevención y tratamiento en UPP que poseen los profesionales de enfermería del Complejo Hospitalario de Jaén puede ser considerado como satisfactorio. No obstante, las medidas de prevención son más identificadas que las de tratamiento.

El grado de implementación de las directrices que aparecen en las guías de práctica clínica es, sin embargo, más bajo que el elenco de conocimientos.

Podrían existir factores que impidieran dicha implementación (escasez de plantillas, tiempos de enfermería ajustados, inadecuada prioridad a las UPP, déficit de medios) contra los que lucharíamos con adecuadas políticas educacionales de salud, con la provisión de recursos humanos y materiales en función de estudios correctamente diseñados o, tal vez, con la motivación de los profesionales implicados.

No se han encontrado diferencias significativas en el grado de conocimiento atribuibles a la experiencia profesional. Sí aparece cierta disparidad a la hora de llevar a la práctica algunas intervenciones en relación al tipo de formación recibida previamente.

Pertenecer a una específica unidad también denota alguna variabilidad en el abordaje de las UPP, tanto en la prevención como en el tratamiento.

Por último, los resultados obtenidos son totalmente equiparables con los publicados tanto en España, como en otros entornos.

Sería interesante plantear estrategias que permitieran desterrar la mala praxis que aún persiste en relación a determinados abordajes en UPP (masajes, colonias, roscos, etc).

SEGUNDO ESTUDIO
El objetivo principal del estudio es conocer el riesgo de úlceras por presión en una Unidad de geriatría, siguiendo la escala Braden, relacionarlo con los principales diagnósticos de enfermería encontrados y visualizar dicho riesgo con las variables de carácter demográfico y de carácter clínico.
Como objetivos secundarios se persigue conocer qué ítems de la escala de Braden predominan en la valoración del riesgo total de los pacientes estudiados y la prevalencia e incidencia de úlceras por presión en el período de estudio. El diseño de esta investigación corresponde a un estudio descriptivo prospectivo.
Una vez realizado, podemos constatar que más de la mitad de los pacientes que ingresaron presentó riesgo de desarrollo de úlceras por presión y que éste aumentó con la edad y con las patologías médicas relacionadas con el déficit o alteración de la movilidad.


CONCLUSIÓN
La situación actual en nuestro país refleja que en Atención Primaria la prevalencia de úlceras por presión oscila entre el 7,3% y el 12,9% entre los pacientes que reciben atención domiciliaria. En el ámbito hospitalario, la prevalencia tiene un rango entre el 3,8% y el 8,9% y en el nivel sociosanitario entre el 4,8% y el 7,6% 
Los resultados de la invetigacion fueron
• Más de la mitad de los pacientes que ingresaron presentó riesgo de desarrollo de úlceras por presión.

• El riesgo aumentó con la edad y con las patologías médicas relacionadas con el déficit o alteración de la movilidad.

• Una menor puntuación de la escala tiene una relación directa con la aparición de úlceras. Casi la mitad de los pacientes de alto riesgo presentó UPP.

• Los ítems de la escala Braden que tienen mayor implicación en el riesgo son los relacionados con la presión (actividad y movilidad).

• En relación con la prevalencia de úlceras, nos encontramos que dentro de los rangos habituales y en relación a la incidencia nuestros valores son ligeramente inferiores.

• Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en los pacientes que presentaron úlceras por presión fueron los relacionados con los déficits de autocuidado y por consiguiente los implicados en la dependencia.


CONSULTADO EN:


1.PRIMER ESTUDIO
http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1134-928X2009000300007&script=sci_arttext


2 SEGUNDO ESTUDIO
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2007000300004

TEMA 9.2: Medidas preventivas para las ulceraciones

En esta nueva entrada valoro y reivindico la importancia jugada desde el papel del oficio enfermero.


LA PREVENCION!!!!


Todos sabemos el mejor remedio o tratamiento para las ulceraciones por presiona es que no se produzcan. Sinceramente y desde mi corta experiencia por los lugares que he estado de prácticas si que veo una gran concienciación sobre este tema. Existen númerosos seminarios de todos los organismos de salud que se encargan y trabajan sobre este hecho de manera directa, concisa y efectiva. 
Aun así y aunque haya una gran labor informativa sobre este tema sigue sucediendo día a día por lo que me veo obligado a crear solo una entrada para comentar sobre este tema.


PRIMERO UNA DETECCIÓN PRECOZ:
Esto se puede realizar mediante herramientas creadas para este tipo de casos como puede ser la escala de


NORTON 






 PREVENCIÓN

PROGRAMA DE CAMBIOS POSTURALES
Cada 2 horas en los pacientes encamados, vigilar puntos de apoyo.
Cada hora,, por lo menos, en pacientes en silla de ruedas.



 DISPOSITIVOS PARA ALIVIAR LA PRESION



Utilización de piel de cordero en las zonas que son más sensibles.
Colchón neumático (de agua o aire).
Cojines de gel de flotación.
Protectores talones y codos.
Si no se utiliza colchón neumático, utilizar de espuma de poliuretano (látex).

MASAJE


Hidratar la piel con crema o aceites mediante masajes (no se aplicará donde exista ya herida.

ACTIVIDAD
Permanecer encamado el menor tiempo posible.
Animar la deambulación y los ejercicios de movilización. Por lo menos 2 veces al día.

 NUTRICION

Comidas poco copiosas y frecuentes
Aumento de la ingesta de líquidos, excepto cuando haya contraindicación médica.
Valoración dietética


CUIDADOS HIGIENICOS

Mantener una correcta higiene corporal mediante lavado con agua y jabón seguido de aclarado y perfecto secado.
Mantener la ropa seca, limpia y sin arrugas.
Procurar que la ropa de la cama no pese demasiado.

CUIDADOS PERINEALES. PACIENTES INCONTINENTES
Lavado frecuente de la forma anteriormente citada.
Aplicación de crema o pomada impermeabilizante (por ejemplo, Óxido de zinc).

MASAJE DE ESPALDA

El masaje en la espalda tiene dos objetivos principales, relajar y liberar de la tensión (efecto sedante) y estimular la circulación sanguínea a los tejidos y a los músculos. Esto hace que los vasos periféricos de la zona se dilaten y así eleven el aporte de sangre a esa zona.


CONSULTADO EN:



TEMA 9.1: Tipos de ulceras y tratamiento.

Siendo que el tema de úlceras es tan extenso y da mucho de que hablar, mi decisión ha sido crear diferentes entradas para que no perdáis ningún detalle.



Esta segunda entrada va ser dedicada principalmente para explicar los grados que existen de ulceras, su tratamiento.


GRADOS O ESTADIOS


ESTADÍO I

Alteración observable en la piel íntegra, relacionada con la presión, que se manifiesta por un eritema cutáneo que no palidece al presionar; en pieles oscuras, puede presentar tonos rojos, azules o morados.

En comparación con un área (adyacente u opuesta) del cuerpo no sometida a presión, puede incluir cambios en uno o más de los siguientes aspectos:

- Temperatura de la piel (caliente o fría)
- Consistencia del tejido (edema, induración)
- Y/o sensaciones (dolor, escozor).




ESTADÍO II
Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, dermis o ambas. Úlcera superficial que tiene aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.














ESTADÍO III

Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo, que puede extenderse hacia abajo pero no por la fascia subyacente.












ESTADÍO IV

Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en músculo, hueso o estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc.).
En este estadio como en el III, pueden presentarse lesiones con cavernas, tunelizaciones o trayectos sinuosos.







TRATAMIENTO


TRATAMIENTO GENERAL
-Utilizar técnicas de posición (encamado o sentado) y elegir una adecuada superficie
de apoyo, para disminuir el grado de rozamiento, presión y cizallamiento.

-Mantener la zona seca (medidas de prevención).

-Crear un campo estéril para la limpieza de la herida.

-Usar guantes estériles.

-Limpiar las lesiones inicialmente y con suero salino fisiológico, usando la mínima
fuerza mecánica para la limpieza así como para su secado posterior - la proporcionada
por la gravedad . No aplicar suero fisiológico a presión con jeringa.

-No limpiar la herida con antisépticos locales - povidona yodada, clorhexidina,
agua oxigenada, ácido acético), tóxicos para los fibroblastos humanos.

-Proteger la zona periulceral con un preparado a base de zinc.

-El apósito elegido para ocluir la úlcera deberá siempre sobrepasar en 2,5 - 4
cm los bordes de la misma.

El plan de tratamiento de la úlcera por presión dependerá de la valoración
de la lesión:

SEGUN EL GRADO DE ULCERACIÓN




Si son lesiones de grado I
Aplicar apósito hidrocoloide/hidrorregulador de baja absorción (transparente/
extrafino) en placa. Si la zona lesionada es el talón utilizar siempre protección
y dispositivo (almohadas) que evite la presión.

Si son lesiones de grado II
Aplicar apósitos hidrocoloides en placa favorecedores de la limpieza rápida
de la herida, que atrapan la secreción cargada de gérmenes.
En la parte profunda de la úlcera aplicar gel, pasta o gránulos, además de la
placa superficial, y cuando haya disminuido la profundidad y la exudación,
solamente la placa.


En lesiones de grado III y IV

Si la úlcera está limpia o tuviera esfacelos pero tras la limpieza quedara libre de ellos, aplicar apósito hidrocoloide/hidrorregulador en placa.

Si se observa en el lecho de la lesión tejido necrótico o esfacelos utilizar métodos de desbridamiento, estos métodos no son incompatibles entre sí, por lo que es aconsejable combinarlos para obtener mejores resultados:

1. Debridamiento quirúgico: Recortar por planos y en diferentes sesiones, siempre empezando por el área central - salvo en el desbridamiento radical en quirófano. 
Es aconsejable la aplicación de un antiálgico tópico (gel de lidocaína 2%, etc.).
Si sangrara aplicar compresión directa o apósitos hemostáticos.
Requiere conocimientos, destreza y una técnica y material estéril.

2. Desbridamiento enzimático: Aplicar productos enzimáticos del tipo de la colagenasa; Aumentando el nivel de humedad con suero fisiológico. No utilizar como método único si ya existe placa necrótica seca. No asociar a hidrocoloides/ hidrorreguladores.

3. Desbridamiento autolítico: Aplicar cualquier apósito capaz de producir condiciones
de cura húmeda.

Para evitar que se formen abscesos o “se cierre en falso” la lesión, será necesario
rellenar parcialmente - entre la mitad y las tres cuartas partes- las cavidades
y tunelizaciones con productos basados en el principio de la cura húmeda,
además de la placa superficial.

Estos productos reblandecen y separan la necrosis y placas secas absorbiéndolos en la estructura gelatinosa, además de retener la secreción cargada de gérmenes (fase de limpieza). Así mismo, crean un equilibrio dinámico que se caracteriza por un ambiente húmedo estable en la herida y que aporta las condiciones ideales para la granulación y la epitelización.

APOSITOS COMERCIALES.











CONSULTADO EN:




viernes, 27 de abril de 2012

TEMA 9: Heridas y úlceras.



Las úlceras por presión (o escaras) constituyen un tipo de lesiones causadas por un trastorno de irrigación sanguínea y nutrición tisular como resultado de presión prolongada sobre prominencias óseas o cartilaginosas. Las lesiones no solo se producen en posición supina, sino también en los pacientes confinados a la silla de ruedas.
Como el mecanismo primordial es la presión, es preferible denominarlos como “úlceras por presión” y no como ulceras por decubito como es frecuentemente de escuchar. Ocurren con mayor frecuencia en la edad avanzada, pacientes confinados en cama o a silla de ruedas, desnutridos, comprometidos de conciencia y mal apoyo familiar.

Los sitios más comprometidos en más del 80% de los casos son: sacro, trocánteres, nalgas, maléolos externos y talones.


Cabe a destarcar que las úlceras por presion (UPP) son una de las complicaciones clinicas que conlleva mayor riesgo de encamamiento, intitucionalizacion y muerte a esta poblacion diana.
Yo considero este gigante de la geriatria como el mayor enemigo del profesional de enfermería.

Nuestra labor en este hecho es fundamental ya que con una buena planificacíón de cuidados y actuaciones preventivas, podemos salvar literamente la vida de nuestros pacientes.








Manifestaciones clínicas

Se manifiestan como una zona eritematosa no blanqueable, pérdida epitelial,perdida de continuidad o formación de escaras sobre prominencias óseas.

Se clasifican según su extensión en:

• Estadío 1 : eritema de la piel no blanqueable intacta.
• Estadío 2: pérdida cutánea limitada a la epidermis o dermis.
• Estadío 3 : necrosis cutánea con compromiso del tejido subcutáneo; puede comprometer la aponeurosis      sin atravesarla.
• Estadío 4 : compromiso muscular u óseo.


Etiología y Patogenia

El factor causal primordial en la génesis de las úlceras es la fuerza de compresión. Son más sensibles los tejidos subcutáneos y el músculo, bastando presiones de 60-70 mmHg por 1-2 hrs para sufrir cambios irreversibles.

Se debe tomar en cuenta que la presión ejercida sobre el sacro y trocánteres en las camas hospitalarias puede alcanzar hasta los 100-150 mmHg.


Los efectos negativos de la presión por compresión son exacerbados en presencia de
a) Fricción: determina un daño epitelial (por ejemplo: tironeo de sábanas)
b) Humedad: condicionado por la orina y deposiciones. Facilita la maceración de la piel.
c) Fuerzas cortantes: son la fuerza generada por los tejidos sacrocoxígeos profundos.

El segundo componente esencial en el mecanismo de génesis de las úlceras es la isquemia, especialmente en las prominencias óseas. La presión ejercida en dichas áreas ocluye los vasos sanguíneos. Cuando transcurre corto tiempo se manifiesta por eritema blanqueable. En períodos más prolongados, por eritema no blanqueable y posteriormente daño subcutáneo y muscular.

Prevalencia e Incidencia


La prevalencia de las úlceras por presión en estadío 2 es de 3-11% en los hospitales e instituciones geriátricas. Más de la mitad de los casos correesponden a pacientes mayores de 70 años.
La incidencia varía 1-3%, pudiendo llegar hasta un 12% si permanecen internados al menos 6 meses.

Factores de riesgo

El factor más importante corresponde a inmovilidad (secundario a un accidente vascular encefálico por ejemplo).
Otros son: la mala nutrición, incontinencia fecal y urinaria, fracturas, tabaquismo, piel seca y descamativa.





La inactividad y la edad avanzada por sí sola; es porque el fenómeno del envejecimiento trae consigo una serie de cambios que facilitan la formación de úlceras:

• regeneración epidérmica más lenta
• disminución de la cohesión de las células epiteliales
• menor densidad de vasos sanguíneos dérmicos
• menor percepción del dolor
• adelgazamiento de la dermis
• trastornos a nivel de la formación y regeneración del colágeno y tejido elástico
• menor reserva de ácido ascórbico que determina una mayor fragilidad capilar



CONSULTADO EN:
http://www.auxiliar-enfermeria.com/esquemas/esquema_upp.htm

http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=7&ved=0CHkQFjAG&url=http%3A%2F%2Fwww.seapremur.com%2FFichero%2Fulceras_por_Presion.ppt&ei=S7G6T5vBMMTDhAfysaWHCQ&usg=AFQjCNF9CbUG5kxqgCKsZKaZL9iGFQtaig&sig2=HPUrmvzy9bSaAivYevrhfw

www.infogerontologia.com/documents/pgi/.../ulceras_presion.pdf